LA MUERTE DE UN COMPAÑERO Y AMIGO
Nuestro entrañable amigo, Antonio Salas, nos ha dejado. Su estómago le jugó una mala pasada. A él y a nosotros pues nos priva de su compañía para siempre. Pertenecía a esta Peña y a la de los Crespos y, en ambas, era querido y respetado por todos.
Antonio ha sido cancerbero, defensa, extremo, cocinero... de todo. Colaborador al máximo. En ninguna reunión o comida de las Peñas pasaba desapercibido por sus constantes "caídas". Aunque su aspecto externo era serio su interior estaba compuesto por un 80% de buen humor.
Nuestro entrañable amigo, Antonio Salas, nos ha dejado. Su estómago le jugó una mala pasada. A él y a nosotros pues nos priva de su compañía para siempre. Pertenecía a esta Peña y a la de los Crespos y, en ambas, era querido y respetado por todos.
Antonio ha sido cancerbero, defensa, extremo, cocinero... de todo. Colaborador al máximo. En ninguna reunión o comida de las Peñas pasaba desapercibido por sus constantes "caídas". Aunque su aspecto externo era serio su interior estaba compuesto por un 80% de buen humor.
Aunque en estos trances siempre se habla de lo positivo de la persona, yo no voy a pasar por alto sus defectos: en las partidas de rentoi enervaba al más ortodoxo. En su grupo solo admitía a compañeros que no supieran jugar mucho. Y les aseguro que esos rentois son inolvidables. Incluso ganamos algunos.
Antonio siempre será un socio privilegiado de nuestra Peña porque siempre estará en nuestra memoria y su recuerdo le mantendrá siempre a nuestro lado, en nuestros corazones.
Antonio siempre será un socio privilegiado de nuestra Peña porque siempre estará en nuestra memoria y su recuerdo le mantendrá siempre a nuestro lado, en nuestros corazones.
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