SE MERECIÓ UN EMPATE.
Hasta tal punto que, en el último segundo del partido, se falló un gol albiceleste casi a puerta vacía. Hubiera supuesto el gol de la justicia porque ningún contendiente mereció ser derrotado. El dominio, como en los últimos partidos, fue alternativo. Mr. Romo se desesperaba con los suyos (rojiblancos) y Mr. Pascal celebraba los goles albicelestes y anticipaba la victoria. Al final Mr. Romo mandó a sus hombres al ataque y acabó celebrando una victoria por los pelos. Pero muy merecida a pesar de que las tablas sería lo equitativo.
Aunque todos los jugadores se emplearon a fondo, los rojiblancos pueden "cantar victoria" gracias al arreón de Jordi en los últimos minutos. Enfadado consigo mismo se dejó el alma sobre el césped y abrió la senda de la victoria. Antoñito no quiso ser menos y con sus goles se determinó el glorioso final.
Había que ver la espectación en los últimos tres minutos de partido: todos los chavales que esperaban el final de nuestro encuentro para entrenar contuvieron la respiración al ver que el empate sobrevolaba la portería defendida por Tony. El pitido del árbitro indicando el final les supo a gloria a los de Mr. Romo.
De nuevo partidazo; aunque hay que contener la furia entre algunos miercoleros para evitar lesiones innecesarias. Ante todo juego limpio.
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