Otro gran partido, muy disputado, muy igualado y a punto de finalizar, cuando en el último suspiro -Juan Salas mira su reloj - llega Jorge Silva, se interna por la izquierda y dispara desde el fuera del área batiendo a Cortés. Un "uruguayasso..." que dejó a los verdiblancos con cara de sospechosos. Un gol inesperado pero un gran gol.
Jorge Silva
Un encuentro con dos partes totalmente distintas una de otra. Dominio albiceleste en la primera y verdiblanco en la segunda. Después del 1-3 de los primeros 45 minutos los verdiblancos presionaron lo indecible. Las bajas de Vélez y de Carrizo, semilesionados, propiciaron el empate. Éstos no contentos con la igualada siguieron intentando el gol de la victoria por lo que descuidaron la defensa y... ya sabemos lo que pasó al final.
El primer gol verdiblanco fue obra de Alcántara; lo dedicó a su padre, fallecido días antes y por el que la Peña mantuvo un minuto de silencio antes de iniciar la contienda.
El encuentro comenzó con un Carrizo animoso y animado; hizo muy pronto dos goles pero volvió a resentirse de su lesión y tuvo que abandonar.
Ambos equipos han luchado con ímpetu renovado a pesar del fatigante calor. Ambos se han entregado al máximo, han jugado de forma muy directa, con apoyos constantes en los extremos.
Un partido que mereció el empate por ocasiones, por juego, por oportunidades, pero que se resolvió con una genialidad de esas que, de vez en cuando, surgen en este bello deporte.
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