jueves, 20 de noviembre de 2008

19-noviembre-2008

JUGANDO BAJO LA LLUVIA

Aunque la tarde amenazaba chubascos copiosos solo fueron tres o cuatro chaparroncillos los que aguantamos el miércoles. Eso sí, empezamos con lluvia y el pitido final de Juan Salas parece como si anunciara el chaparrón más intenso. En todo caso la lluvia dejó el campo en un estado impecable y eso fue de agradecer por todos.

Bajo el agua el portero del equipo albiceleste, Antonio Salas, fue la estrella de la noche. Realizó paradas increíbles. Literalmente. A un fuerte tiro de Antoñito reaccionó como una pantera y, ya en el suelo, atajó hasta tres remates más - dos de Felipe y uno de Valdivieso -. Alcanzó balones a ras del suelo, rozando el larguero y a todas las alturas posibles. Solo lograron batirle en una sola ocasión por mediación de Felipe que sigue con su racha goleadora y de buen juego.




Los albicelestes aprovecharon la velocidad de Alcántara para contraatacar por sorpresa, lo que hizo que Antoñito no pudiera subir con la frecuencia que suele hacerlo. La defensa se mantuvo firme y disciplinada, siempre a las órdenes de su cerebro - Eloy -. Esta enlazaba con el centro del campo con facilidad y el ataque era frecuente y variado. Hay que tener en cuenta que los 4 goles a favor los consiguieron cuatro futbolistas diferentes. Lo que da una idea de la diversificado de su ataque. Aguilera y Alcántara rompían la defensa con su velocidad y por los laterales Cervilla y Serrano hacían otro tanto. Un ataque muy inteligente que se iniciaba en la defensa, pasaba por las ilustres botas de Pixhas y acababa en los delanteros o extremos con una facilidad pasmosa.

Los rojiblancos lo intentaron adoptando otra estrategia. Por un lado Muros abría la defensa aprovechándose de sus endiablada velocidad. Valdivieso y Felipe lo apoyaban por los extremos pero como ya he dicho, Antonio Salas no estaba por la labor de facilitar la tarde a los contrarios y cortó muchos de estos avances. Por otro lado, Cándido intentaba hacer salir a la defensa contraria para contraatacar con Muros y compañía, pero Eloy estaba a todas y controlaba todos los movimientos peligrosos, ayudado por Lupión y Rocamora que fueron un fuerte y certero apoyo, vitales para el desarrollo del partido.
El terreno de juego ayudó y los futbolistas lo agradecieron en forma de buen juego, rápido y con pases de todas formas y colores. La tarde no estaba para muchos espectadores pero cualquiera que hubiera dispuesto de un paraguas no hubiera resistido a contemplar los noventa minutos del encuentro.
El próximo miércoles no sabemos donde jugaremos, probablemente en Torrenueva. Desde donde quiera que sea os relataré nuestras peripecias.

1 comentario:

laguero dijo...

buen partido se vio en la tarde del miercoles, pero cuidado con las entradas a destiempo, se siguen viendo algunas muy pocos ortodoxas, el bocadillo que le hicieron a lupi, lo tiene ko para toda la semana, un poco mas de cuidado con esas entras señor Salas eso si que son merecedoras de tarjetas.......