Con estas suculentas cigalas se abrió la comida de la Peña en el Cortijo de Antonio Terrón. Siguieron gambas y unas cuantas cigalas más.
El Plato del día fue la paella de mariscos, también adornada con gambas, cigalas y otras delicias del mar.
Una vez que acabamos con el último grano de arroz, despejamos la mesa para jugar unas entretenidas partidas de rentoi.
Durante las cartas se sucedieron palomitas, carne y muchas más gambas. Gambas sin parar.
De las ensaladas se encargó Emilio Esteban que nos deleitó con unos tomates deliciosos.
El día fue completo y esperamos que se repita con mucha asiduidad.
23 de febrero de 2008
1 comentario:
lo de comer ya veo que mu bien
pero lo de jugar al futbol aun no lo veo solo afotos vestido de jurbolista
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