DOS TIEMPOS MUY DIFERENTES
Fueron unos de los mejores primeros 45 minutos de esta y de otras temporadas. Un encuentro vibrante, muy deportivo, muy competitivo e igualado como pocos anteriores. El descanso nos llegó con unas sensaciones muy positivas; podiamos estar a las puertas del mejor partido de la temporada. Pero cuando los albicelestes se adelantaron en el marcador los verdiblancos iniciaron una competición paralela a la del fútbol: la de los reproches y el desánimo mutuos; y pese a que algunos verdiblancos no participaban de la abulía general y decidieron seguir luchando, los albicelestes - muy serios en defensa - no cedieron un paso atrás y fueron los claros y merecidos vencedores de la tarde.
Cuando aún no se había estrenado el marcador, Choty se arrojó a los pies de Carrizo arrebatándole un balón de gol, con la valentía y la fuerza de un puma.
Ruiz Béjar consiguió el gol más distinguido; los porteros confiesan que, a pesar de saber cómo va a ejecutar el disparo, no pueden neutralizar su trayectoria.
Enrique, en defensa, vuelve a ser la puerta infranqueable; el que corta balones imposibles e inicia jugadas con el mayor sentido práctico.
Pascal, pivotando entre la defensa y el centro del campo, y Juan "Lila", dueño del medio centro, fueron los artífices del mejor juego albiceleste. Arriba, Alcántara, Aguilera y Serrano dieron guerra a Eloy, Vélez y compañia.
De los verdiblancos se salva el primer tiempo en que hablaron de tú a tú a sus rivales, pudieron adelantarse en el marcador y haber variado el rumbo del encuentro.
Pero en el fútbol ocurren estas cosas. Un partido que se vislumbraba empatado o con una victoria por la mínima acaba en un descalabro para uno de los equipos.
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