LOS ALBICELESTES SE DAN UN BANQUETAZO
* No siempre ganan los mejores*
Con unos jugadores como Dani, Terrón, Garvayo, Ángel, Cándido, Antoñito, Cervilla, Aguilera, Serrano, etc. etc. solo se puede esperar un resultado más que esperanzador. Pero cuando no se confia ni en el propio compañero, cuando se abusa del individualismo, cuando se desanima al compañero, ni los mejores de los mejores pueden obtener un buen final. Los rojiblancos tenían equipo para vencer y convencer, pero de los mencionados jugadores dos o tres de ellos afrontan el partido como si les fuera la vida en el empeño, y antes de iniciar el partido ya están quejándose a los dioses futboleros.
Por el contrario los albicelestes, sabedores de su teórica inferioridad, se hacen firmes en defensa y, de forma muy ordenada, van haciendo jugar el balón entre todos los componentes. Sin rechistar, sin abusar, sin desmoralizar. Calladitos y "palante". Con un Juan "Lila" en racha; con una Valdivieso que, animado por todos, bate a Dani en dos ocasiones - el segundo gol desde fuera el área, de un chupinazo extraordinario; con un Muros veloz y acertado ante la meta contraria. Con un Eloy firme y resolutivo en defensa, ayudado por Pedro, Panadero, Lupión y Rocamora que se partieron el pecho ante Cortés; portero que también se contagió de la fiebre albiceleste y fue uno de los pilares de la victoria.
Paco "Berenjeno" volvió a marca; dio varios pases de gol y consiguió uno de auténtico ariete. Pascal fue un centrocampista poderoso que repartió mucho juego a sus compañeros, y Juan Vázquez subió en varias ocasiones la banda izquierda metiendo varios centros a puerta bastante peligrosos. Hasta Pixhas que llegó cojeando puso su grano de arena con esa inteligente manera de ver el fútbol. Un partidazo de un equipo que, a priori, era el más débil pero que, unido, se hizo más que fuerte, poderoso.
Aguilera suma dos goles más a su favor y su empeño personal semanal, pero no tiene suerte, no consigue esa victoria que le devuelva el optimismo que siempre le ha sobrado.
El sábado nos vamos a comer y me imagino que este semanario refleje algún momento estelar de tal suculento evento. Ya os contaré.
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